Los españoles de todas las edades tienen mayoritariamente una concepción “romántica” del amor, lo ven como una pasión irresistible que implica una gran intimidad y una fuerte atracción física, lo que se clasifica como amor “Eros”. Son muchos menos quienes entienden este sentimiento como un compromiso duradero basado en la intimidad, la amistad, el compañerismo y el cariño (amor amistoso o “storge”), un modelo que predomina en el norte de Europa.