Atracción estrella de los parques de atracciones, la primera montaña rusa se inauguró por primera vez en Coney Island (Nueva York) en 1884. Este mítico parque dedicado al entretenimiento acogió el invento diseñado por LaMarcus Adna Thompson, que llevaba a sus pasajeros hasta una altura de unos 180 metros. A diferencia de las máquinas actuales, los pasajeros se colocaban de costado y la máquina se basaba simplemente en la gravedad para propulsarse.
Thompson se había inspirado en un dispositivo para transportar carbón que en los momentos de ocio se usaba para viajes de entretenimiento, en la ciudad de Mauch Chunk. Los orígenes de la montaña rusa se remontan a la Rusia del siglo XVII, donde la gente se tiraba por unos toboganes de hielo tallados en montañas a las afueras de San Petesburgo.