El 30 de abril de 1897 el físico británico Joseph John Thomson anuncia en una conferencia los resultados de su experimentos con rayos catódicos y, en particular, el descubrimiento del electrón. Introduce la idea de que el átomo puede dividirse en las llamadas partículas fundamentales: electrones (con carga eléctrica negativa) protones (con carga eléctrica positiva), neutrones (sin carga eléctrica). Thomson considera al átomo como una gran esfera con carga eléctrica positiva en la cual se distribuyen los electrones "como pequeños granitos, de forma similar a las pepitas de una sandía".