Justo hace un siglo, el 26 de agosto de 1918, nació en Virginia Occidental (EE UU) la matemática afroamericana Katherine Coleman G. Johnson. Entre los años 50 y 70 del siglo pasado trabajó para la NASA en el equipo de las computadoras humanas que ayudaron a sacar adelante el programa espacial estadounidense.
Su historia se cuenta en el libro Figuras Ocultas, llevado también a la gran pantalla, y cuya autora considera a Katherin como “la más reconocida de todas las computistas de la NASA, tanto negras como blancas".
Su mayor contribución al programa espacial –según ha reconocido ella misma– fue su trabajo en la misión Apolo 11, la primera que logró llevar a un ser humano a la Luna. En este proyecto calculó el momento preciso en el que la sonda debía abandonar la superficie lunar para que alcanzara justo a tiempo y se pudiera enganchar al módulo de servicio.
Como reconocimiento a sus trabajos, Katherine Johnson recibió en 2015 la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del presidente Barack Obama.