La sonda El control de la NASA desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California, respiró aliviado cuando la sonda puso sus tres patas sobre el planeta rojo 10 meses después de emprender su largo viaje desde el Centro Espacial en Cabo Cañaveral (Florida).
A las cuatro menos cuarto de la madrugada ha llegado a Marte la sonda "Phoenix" enviada por la NASA, Agencia Espacial estadounidense. En ese mismo momento, llegaban a la base de control de la NASA en Pasadena, California, las primeras fotografías del polo norte de Marte, donde ha aterrizado la sonda tras un viaje de diez meses. El aterrizaje ha sido todo un éxito y ahora, la sonda tendrá como misión recoger restos de agua helada que pueden poner fin al enigma de si hay vida o no en tierras marcianas. Las caras de satisfacción en la estación central de la NASA eran evidentes, pues ninguno de los simulacros había salido tan bien. Por ahora no ha fallado nada en una misión que cuesta más de 270 millones de euros y que puede dar luz verde a los primeros viajes tripulados a Marte de aquí a 17 años.
En Pasadena se han analizado con detalle los primeros datos que llegan del extremo norte marciano. Las muestras que recoja el brazo robótico de la sonda, capaz de romper hielo tan duro como el cemento, dirá también si es posible habitar algún día el planeta rojo.