Las altas temperaturas del agua del Mediterráneo registradas este verano han causado la pérdida de más 150.000 kilos de mejillones de temporada y la mortalidad de alrededor de un millón de las crías para el próximo año en el Delta del Ebro.
El gerente de los productores de la zona, Gerard Bonet, ha explicado que la situación es tal que obligará la temporada próxima a traer ejemplares de Grecia e Italia, con el consiguiente encarecimiento.