Fumar en lugares públicos como bares y restaurantes tiene el tiempo contado. En dos años serán espacios libres de humo. Es el precio saludable que, según Sanidad, van a pagar los fumadores: sólo 1 de cada cuatro ciudadanos.
La reacción no es unánime incluso entre los fumadores. Los propietarios de restaurantes creen que la prohibición va a tener consecuencias muy negativas para el negocio.
Sanidad dice que escuchará a todos los sectores implicados y que en países donde la prohibición de fumar no distingue según medidas del local como Italia o Francia, el sector no se ha resentido.