Un análisis genético mundial de las cepas de la bacteria de la tuberculosis revela que este microorganismo ya infectaba a los primeros humanos antes de que salieran de África. Después, la expansión humana desde el Neolítico favoreció la diversificación genética de la bacteria, según recogen cuatro estudios internacionales, uno de ellos liderado desde España. Los resultados ayudarán al desarrollo de fármacos más eficaces contra la enfermedad.