Muchos de los catalizadores que emplea la industria en la actualidad usan metales nobles y lantánidos en su composición, unas sustancias caras y escasas. Ahora, investigadores de la Universidad de Cádiz han conseguido fabricar catalizadores sin los primeros y reducir la cantidad de los segundos, lo que puede ayudar a reducir los costes de producción en sectores como el automovilístico o el alimentario.