Científicos del Institut Català de Ciències del Clima han comprobado que la pausa en el calentamiento global detectada en la última década se debe al incremento de la absorción de calor por el océano Atlántico y la banda tropical del Pacífico. De esta forma el efecto de la variabilidad natural del sistema climático enmascara temporalmente el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El primer estudio global de los impactos del cambio climático sobre la producción de vino revela que la mayor parte de las actuales zonas aptas para cultivo de la vid probablemente se habrán perdido en 2050, y se trasladarán a hábitats importantes para la conservación de fauna silvestre.