Durante tres años, un equipo de científicos estadounidenses ha seguido el día a día de varios ejemplares de osos pardos en Alaska gracias a las cámaras situadas en sus cuellos. Las imágenes grabadas revelan sus hábitos de comportamiento, de alimentación y de caza, y actualizan los datos obtenidos en estudios anteriores que situaban la media de presas de este depredador, protagonista de nuestro #Cienciaalobestia, muy por debajo de la que es en realidad.