En el proceso de fabricación del queso, cerca del 85% de la leche es desechada en forma de suero. Tradicionalmente, este se ha tratado como un residuo cuyo tratamiento supone costes adicionales ya que su vertido en grandes cantidades puede acarrear problemas medioambientales. No obstante, este líquido acumula el 20% de las proteínas de la leche y es rico en sales y lactosa, por lo que se ha empezado a plantear su valorización como subproducto en la industria farmacéutica, cosmética y alimentaria.
Un equipo multidisciplinar de la Universidad de Jaén trabaja para determinar el ya conocido efecto antioxidante, antiinflamatorio y antidepresivo del aceite de oliva virgen en pacientes de fibromialgia. El proyecto está integrado por especialistas en biología molecular y celular, medicina, epidemiología, fisioterapia y dietética.