Un estudio de la Universidad de Uppsala en Suecia muestra que, si se interfiere en la memoria del miedo en el momento justo y estos recuerdos son recientes, se puede debilitar su impacto en el cerebro. Este hallazgo ya se había probado en ratones.
Un equipo internacional de científicos ha analizado 2,3 millones de variantes de ADN de 220 personas del centro y sur de África. El estudio genético, el mayor hasta la fecha, confirma que los grupos étnicos Khoi y San (bosquimanos) se separaron hace 100.000 años de la rama ancestral común a la que pertenece el resto de los humanos modernos, incluso antes de que salieran de África, hace 60.000 años.
Investigadores de ainia centro tecnológico, Tecnalia e INBIOTEC han elaborado unas galletas y 'mahonesas' a partir de las microalgas Chlorella y Spirulina. Según sus creadores, los productos pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico gracias a las propiedades de este tipo de algas.
¿Han intentado alguna vez cazar una mosca con la mano? ¿O parar un remate como lo hace Víctor Valdés? Ambas cosas son difíciles. La mosca tiene neuronas especializadas que detectan objetos que se acercan, y generan un reflejo. Muchas especies, como por ejemplo insectos, pájaros o mamíferos, tienen este tipo de neuronas. Los humanos también las tenemos para evitar colisiones o coger objetos en movimiento como pelotas de fútbol. A pesar de que estas neuronas cumplen las mismas funciones, no estaba claro si funcionaban del mismo modo en especies diferentes.
La firma española Tecnalia participa, en colaboración con varias empresas fabricantes de muebles, en el proyecto WoodTouch que desarrolla nuevos conceptos de interacción táctil con el mobiliario. El objetivo del proyecto, dice la emrpesa, es convertir el mueble en el nuevo centro de control inteligente sobre los dispositivos eléctricos del hogar.
El tsunami de Japón en marzo de 2011 destapó una oleada de negligencias relacionadas con el desastre nuclear que originó. Un estudio científico, liderado por españoles, ha detectado por primera vez las plantas atómicas más susceptibles a sufrir los efectos de un tsunami. En total están en zonas peligrosas 23 centrales –incluida Fukushima I– con 74 reactores, localizadas en el este y sureste de Asia.