Si no se hace nada por evitarlo, en el año 2080 el precio que pagará Europa por las consecuencias del calentamiento global superará los 190.000 millones de euros cada año, lo que supone una pérdida del 1,8% del PIB actual. Los científicos que han evaluado estas pérdidas económicas reconocen que su modelo “subestima los daños climáticos en la Unión Europea” y que los países del sur serán los peor parados.