La Comisión Europea (CE) presentó ayer un nuevo atlas del suelo del norte de Europa, que está considerado como "un importante sumidero de carbono". El nuevo documento ofrece una fuente de datos completa para prever el aumento de temperaturas y cómo el cambio climático afectará a las regiones árticas.
En algunas de las vastas regiones del Ártico, muchas veces no hay diferencia entre el día y la noche, porque durante ciertas épocas del año, el sol no se pone, o no sale, lo que puede provocar cambios en los animales. Científicos británicos y noruegos han estudiado el caso del reno del Ártico, que ha encontrado una solución para vivir bajo estas condiciones extremas: ha abandonado el uso del reloj interno que dirige los ritmos biológicos cotidianos.
Reno del Ártico (Rangifer tarandus) en Parque Nacional Denali en Alaska (EE UU).
El lago Ayr de la isla Baffin.
Micrografía electrónica de una Diatomea Aulacoseira perglabra, preservada en el lago de las islas Baffin.
Un numeroso equipo internacional que, durante el pasado Año Polar Internacional, estudió la respuesta biológica de todo el ecosistema al calentamiento del Ártico. Los resultados obtenidos se publican hoy en Science.
Los bueyes almizcleros limitan la capacidad de absorción de carbono.
Los zorros polares están siendo desplazados hacia el norte.
Lago Cascade en Alaska (EE UU).
Tras tres semanas de intenso trabajo, Fernando Rull, responsable de la Unidad Asociada CSIC-UVA al Centro de Astrobiología, y Antonio Sansano, uno de los miembros de su equipo, han regresado satisfechos a Valladolid. El pasado 6 de agosto partieron rumbo al Ártico con el objetivo de probar el espectómetro Raman-Libs, uno de los instrumentos que se enviará a Marte en el marco de la misión Exomars, cuyo fin radica en encontrar signos de vida en el planeta rojo. Según ha precisado a DiCYT Fernando Rull, las expectativas “se han cumplido muy bien” y se ha constatado el funcionamiento del Raman en modo remoto a partir de 150 metros.