Un equipo internacional de científicos ha confirmado que en la década de los '90, las temperaturas del Ártico alcanzaron los niveles más cálidos de los últimos 2.000 años. El estudio, que aparece hoy en Sience, incluye registros geológicos y simulaciones por ordenador que evidencian que el Ártico seguiría enfriándose hoy si no fuera por las emisiones de gases de efecto invernadero que sofocan los patrones climáticos naturales.