Se confirman los rumores: los científicos de la misión europea Planck van a colaborar con los norteamericanos de BICEP2 para dilucidar si las señales captadas por este radiotelescopio terrestre son realmente ondas gravitacionales procedentes de los primeros ecos del Big Bang o, por el contrario, proceden del polvo galáctico. Según Enrique Martínez, investigador de Planck, “en menos de un mes” su equipo publicará un artículo que aclarará el origen de la señal.