Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el mundo desarrollado. Con motivo del Día Mundial del Corazón, se reunirán en Barcelona reconocidos expertos en el área cardiovascular y más de un centenar de asistentes invitados en el simposio “Enfermedades cardiovasculares: la prevención es la mejor solución”, que incide en la prevención de las enfermedades cardiovasculares que afectan a la mayor parte de la población.
Las mujeres con insuficiencia cardíaca por hipertensión son mayores que los hombres y se cansan más fácilmente, pero su corazón es más fuerte. Así lo refleja una tesis presentada en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) por la doctora Elena Zubillaga, que ha estudiado a 109 mujeres y 120 hombres ingresados por insuficiencia cardíaca causada por hipertensión arterial.
Aunque las enfermedades cardiovasculares congénitas representan el defecto de nacimiento grave más común, hasta el momento los científicos no habían identificado la variación que poseen los genes que las desencadenan. Ahora, un equipo de genetistas y cardiólogos ha descubierto una variación genética en el cromosoma 5 que aumenta de forma importante el riesgo de padecer estas enfermedades congénitas.
Estudios realizados por investigadores de la Universidad Politecnica de Madrid (UPM) muestran cómo la exposición al ruido puede producir alteraciones cardiacas sin que los sujetos aprecien síntomas de enfermedad.
La grasa es una fuente de células madre mesenquimales, que poseen una gran capacidad de regenerar el tejido vascular del corazón. Así lo indica una investigación española, dirigida por Francisco Fernández-Avilés, investigador del Hospital Gregorio Marañón, que va a ser presentada durante el ‘VII Simposio sobre Terapia de Células Madre e Innovación Cardiovascular’, que se celebrará en Madrid los días 6 y 7 de mayo.
Los peces óseos u osteictios, como el pequeño pez cebra (o danio cebrado), muestran una habilidad que para los mamíferos no es más que un sueño: si seccionamos un trozo de su corazón, nadarán con dificultad durante unos días, pero un mes después su estado será totalmente normal. Una de las preguntas que se plantea hoy la medicina regenerativa es por qué los humanos no pueden hacerlo.
En la imagen, el corazón de un pez cebra 14 días después de sufrir la amputación.
Imagen confocal de cardiomicitos identificados de pez cebra.