Tras intensos debates en la comunidad astronómica mundial y a pesar de las protestas de muchos aficionados, el 24 de agosto de 2006 Plutón dejó de ser un planeta y pasó oficialmente a ser un planeta enano. Mientras se acaba de zanjar la polémica, este cautivador mundo helado se ha convertido en la primera etapa de una nueva época de descubrimientos en los confines del sistema solar.
Los últimos datos de la sonda Dawn han confirmado que este planeta enano alberga bajo su superficie una vasta reserva de agua líquida con sales, que pueden ascender para formar sus famosas zonas brillantes. Se trata del cuerpo más pequeño del sistema solar en el que se han descubierto océanos sin ser una luna helada.
Una red neuronal artificial ha identificado una estructura cuadrada dentro de otra triangular en un cráter del planeta enano Ceres, una apreciación en la que han coincidido varias personas. El resultado de este curioso experimento visual, realizado por un neuropsicólogo de la Universidad de Cádiz, pone en entredicho la aplicación de la inteligencia artificial en la búsqueda de vida extraterrestre (SETI).
Ceres, el planeta enano situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, es más complejo de lo que se pensaba. Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid ha demostrado la presencia de fallas inversas, un fenómeno producido por la contracción de las capas superiores, lo que implica cambios de volumen en este cuerpo astronómico en algunas fases de su historia.
La sonda Dawn de la NASA ha detectado por primera vez material orgánico en Ceres que, junto al amoníaco, agua helada, carbonatos y sales de su superficie, ofrecen los ingredientes para el nacimiento de la vida. Además los científicos piensan que estos compuestos prebióticos son nativos, es decir, que no los trajo ningún objeto externo.
Científicos de la NASA creen que la montaña Ahuna Mons de Ceres es un criovolcán, un volcán extraterrestre de hielo y agua. El descubrimiento se presenta ahora junto a otros cinco estudios basados en los datos de la sonda espacial Dawn, en órbita en torno a este remoto planeta enano.
Hace unos meses los científicos plantearon que las enigmáticas manchas blancas que lucen en el planeta enano Ceres pueden ser acumulaciones de agua helada o sulfatos de magnesio hidratados. Ahora el Observatorio Europeo Austral ha detectado que también varían ligeramente de un día para otro, así que su material podría ser volátil y evaporarse con la cálida luz del sol.
Los misteriosos puntos brillantes de Ceres son más de dos. / NASA
Este viernes la sonda Dawn de la NASA alcanza Ceres, el objeto más grande del sistema solar entre Marte y Júpiter. Su entrada en la órbita del planeta enano ayudará a desvelar algunos de sus misterios, como sus enigmáticas manchas brillantes, y a comprender mejor los orígenes del sistema solar.
La cámara de la sonda Dawn de la NASA ha captado en febrero la presencia de dos enigmáticos puntos brillantes, uno más grande que el otro, en un mismo cráter del planeta enano Ceres. Podrían ser zonas ricas en sal o agua helada, o guardar alguna relación con un gélido vulcanismo. La llegada de la nave el próximo viernes ayudará a esclarecer este y otros secretos de Ceres.