Se acaba la época estival, un período álgido para las científicas que trabajan en los yacimientos, que desarrollan con el buen tiempo gran parte de las excavaciones. Cinco de ellas nos cuentan cómo ha sido su trabajo, sujeto a las medidas anticovid, en los yacimientos de Atapuerca, cova Eirós y Cerro de los Batallones.
Similar a una nutria o un hurón, este pequeño carnívoro con dientes muy punzantes habitó en lo que hoy es Madrid hace nueve millones de años. Los restos fósiles de cuatro individuos de esta nueva especie extinta han sido descubiertos en el yacimiento de Cerro de los Batallones en Torrejón de Velasco.
Un animal recién descubierto es el más primitivo del extenso linaje de jiráfidos gigantes de cuatro apéndices craneales. El hallazgo de esta especie, denominada Decennatherium rex, ha sido posible gracias a la colaboración del Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, con restos recuperados del yacimiento Cerro de los Batallones (Madrid).
Un depredador extremadamente eficaz, así era el anficiónido Magericyon anceps, miembro de una familia extinta emparentada con los cánidos y los úrsidos. El análisis de sus fósiles, realizada por paleontólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Universidad de Alcalá, revela que este mamífero carnívoro del tamaño de una leona tenía un cuello dotado con una fuerte musculatura que le permitía matar y descarnar a sus presas.
El nombre de Jorge Morales, profesor de investigación del CSIC, va indisolublemente unido al Cerro de los Batallones, un enclave a las afueras de Madrid donde se ubican algunos de los yacimientos terciarios más importantes de España. Este paleontólogo experto en mamíferos del Cenozoico está convencido de que las colecciones son el alma de los museos y en ellas reside su razón de ser.
Cinco fósiles descubiertos en el Cerro de Batallones (Madrid) ofrecen pistas sobre el comportamiento sexual del úrsido Indarctos arctoides, que vivió hace 9 millones de años. La longitud media del hueso del pene sería de casi 24 centímetros. El estudio, en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha sido publicado en PLOS ONE.
Los tigres dientes de sable formaban parte de la fauna de Batallón. / Mauricio Anton (CSIC)