Investigadores españoles han descrito un gen que podría mejorar el tratamiento de pacientes con daño crónico hepático. La expresión de este gen está inhibida en el hígado enfermo y su restitución se presenta como una prometedora estrategia terapéutica.
Los alcohólicos crónicos producen más citocinas inflamatorias que hace que, en caso de infección, la inflamación con la que responde el sistema inmunológico sea excesiva y, por lo tanto, actúe en contra del organismo. Investigadores del Hospital Universitario de Salamanca han realizado este hallazgo después de años trabajando en el ámbito de la respuesta inmunológica en los pacientes que sufren alcoholismo. Además, tienen otra línea de investigación que relaciona genética y alcohol, que a su vez tiene que ver también con la respuesta inflamatoria.
La fibrosis hepática y su etapa final, la cirrosis, representan un enorme problema de salud a nivel mundial por su alta morbimortalidad y por el elevado coste que implica el manejo y cuidado de los pacientes. Actualmente el único tratamiento eficaz para combatir la enfermedad es eliminar la causa (terapia antiviral en hepatitis víricas, abstinencia alcohólica, etc), aunque esto no es posible en muchos pacientes. Un estudio traslacional demuestra que la grelina, una hormona sintetizada fundamentalmente en el estómago, ejerce efectos antifibrogénicos y puede representar una nueva terapia antifibrótica.
El uso de medicamentos vasoconstrictores, como la terlipresina, constituye una opción terapéutica en el tratamiento de pacientes con síndrome hepatorrenal, según un artículo de revisión recientemente publicado en The New England Journal of Medicine. Estas terapias han demostrado eficacia en el tratamiento y prevención del síndrome hepatorrenal.
La revista científica Gastroenterology ha publicado el trabajo de un equipo del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra sobre un tipo de cirrosis no alcohólica. Su autora principal, January Salas, junto con otros científicos del Laboratorio de Genética Molecular, ha descubierto que la carencia de la proteína AE2 produce un cuadro de cirrosis biliar en animales muy semejante al observado en pacientes con cirrosis biliar primaria. Esta enfermedad hepática, crónica y progresiva, afecta a cerca de 1.000 pacientes anualmente en España, un 90% de ellos mujeres, sobre todo de mediana edad.