La hormona del apetito ejerce un efecto protector sobre el hígado

La fibrosis hepática y su etapa final, la cirrosis, representan un enorme problema de salud a nivel mundial por su alta morbimortalidad y por el elevado coste que implica el manejo y cuidado de los pacientes. Actualmente el único tratamiento eficaz para combatir la enfermedad es eliminar la causa (terapia antiviral en hepatitis víricas, abstinencia alcohólica, etc), aunque esto no es posible en muchos pacientes. Un estudio traslacional demuestra que la grelina, una hormona sintetizada fundamentalmente en el estómago, ejerce efectos antifibrogénicos y puede representar una nueva terapia antifibrótica.

Miembros del equipo de IDIBAPS que ha realizado el estudio

El estudio, publicado en la revista Hepatology, ha sido liderado por el Dr. Ramón Bataller (Hospital Clínic de Barcelona- IDIBAPS-CIBERehd) del equipo IDIBAPS de Fisiología y tratamiento de la ascitis y del trastorno de la función renal en la cirrosis hepática, y ha contado con la colaboración de Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERdem) y el Hospital Clínico Universitario de Valencia. Cabe destacar como primera autora a la Dra. Montserrat Moreno (Hospital Clínic de Barcelona-IDIBAPS-CIBERehd), así como al Dr. Juan F. Chaves, de la Unidad de Genotipado y Diagnóstico Genético del Hospital Clínico Universitario de Valencia, que ha realizado el análisis de los polimorfismos.

Con el objetivo de demostrar que la grelina regula el daño hepático y la fibrogénesis, se realizó un estudio preclínico y se evaluó si los cambios en la grelina endógena regulan la fibrosis hepática a nivel celular, en ratones y en pacientes con enfermedades hepáticas crónicas causadas por la infección por el virus de la hepatitis C (VHC). En pacientes se analizó la expresión hepática, los niveles de grelina en sangre y los polimorfismos genéticos. Los resultados obtenidos demuestran por primera vez que la grelina producida de forma endógena juega un papel fundamental en la regulación de la fibrogénesis hepática y la grelina recombinada ejerce un efecto protector y antifibrótico sobre el hígado dañado. Los efectos hepatoprotectores de la grelina confirman otros estudios previos que indicaban que ésta ejerce un efecto protector sobre las células parenquimales y sobre los tejidos dañados en órganos como el corazón o el colon y disminuye el grado de estrés oxidativo en el hígado y otros órganos. Además de reducir la expresión de los genes implicados en la síntesis de la matriz extracelular, la grelina reduce la expresión de los genes implicados en la apoptosis, la inflamación y la contractilidad celular.

La grelina es un péptido de 28 aminoácidos descubierto en 1999 por tener un efecto estimulante sobre la hormona del crecimiento. Conocida como la “hormona del apetito”, se sintetiza principalmente en el estómago y, en menor cantidad, en la primera porción del duodeno, desde donde se libera a la sangre. La grelina tiene un papel fundamental en la regulación del apetito, y por lo tanto está implicada en el control del balance energético y peso corporal. Además se ha comprobado que la grelina también reduce el desgaste muscular y mejora la capacidad funcional en pacientes ancianos con insuficiencia cardiaca congestiva y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Los resultados del estudio tienen importantes implicaciones terapéuticas. La grelina recombinada ha demostrado ser generalmente bien tolerada en pacientes con diferentes patologías incluyendo gastroparesis, anorexia, caquexia o insuficiencia cardiaca crónica. También podría ser útil en pacientes con daño hepático y fibrosis hepática, y los antagonistas del receptor de la grelina se han propuesto como posible tratamiento de la diabetes y la obesidad, aunque son necesarios estudios más amplios sobre su toxicidad. El estudio preclínico realizado sugiere que la grelina podría ser un tratamiento prometedor en enfermedades que cursan con desnutrición y daño hepático, como es la hepatitis alcohólica. Se pretende realizar estudios con estos pacientes, en los que los fármacos actuales no son efectivos en la mitad de casos. A fin de diseñar estas futuras estratégicas terapéuticas, el próximo paso será realizar un estudio piloto en fase II en pacientes con hepatitis alcohólica severa.

Fuente: Hospital Clínic de Barcelona
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