Un nuevo estudio neurobiológico ha descubierto diferencias en el comportamiento cerebral de las pacientes que sufren depresión posparto y las que padecen trastornos depresivos graves, dos dolencias que tradicionalmente se tratan de la misma manera por los médicos.
El libro que clasifica las patologías psiquiátricas es el manual de los trastornos mentales (DSM). La última versión de este atlas se publicó en 2013 envuelto en una fuerte polémica. Ahora, Allen Frances (EE UU, 1942), coordinador de la anterior edición, ha levantado la voz contra los excesos diagnósticos de la psiquiatría moderna y la sobremedicación. Además, denuncia que la psiquiatría debería ayudar al paciente ahora, en lugar de depositar sus esperanzas en los logros futuros de la neurociencia y la genética.
Allen Frances, en Barcelona. / Sinc
El 15 de septiembre de 1973, los quince miembros del Consejo de Administración de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría votaron por mayoría retirar a la homosexualidad el estatus de enfermedad. Era la primera vez que una decisión científica de este calado se tomaba por presiones sociales y no porque existieran evidencias biomédicas, aunque existían.
Tan solo unos días antes de que se presente al público el nuevo y polémico manual de los trastornos mentales, SINC ha hablado en exclusiva con su responsable. David J. Kupfer se defiende de las críticas asegurando que la nueva 'biblia' de los psiquiatras "representa la mejor ciencia actual y será de gran utilidad para los médicos y los pacientes".
La polémica envuelve la quinta edición de la 'biblia' de la psiquiatría, el manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales o DSM. Después de dos décadas sin apenas tocar el texto, el próximo 18 de mayo la Asociación Americana de Psiquiatría presentará su nueva edición. Solo dos semanas antes, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE UU se han desvinculado del diccionario por considerarlo científicamente pobre.