Un equipo de paleontólogos españoles y portugueses describen los fósiles de una nueva nueva especie de dinosaurio herbívoro de unos 18 metros de longitud y un peso de 14 toneladas que habitó en los Pirineos durante el Cretácico superior. Abditosaurus kuehnei pertenece a un grupo de titanosaurios saltasaurinos procedente de América del Sur y África, que se diferencian del resto de dinosaurios europeos cuyo tamaño era más pequeño en esa época.
Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de La Rioja ha descubierto que ciertas especies de terópodos podían correr a una velocidad de 45 kilómetros por hora. El análisis de las huellas fosilizadas de estos dinosaurios carnívoros bípedos también ha permitido confirmar su agilidad.
La diversidad fósil en la Isla de Wight, en Reino Unido, es mucho más amplia de lo que se pensaba hasta ahora. El análisis de unos restos fósiles hallados en los años 70 permite identificar a un nuevo género y especie de dinosaurio, perteneciente al grupo de los iguanodontianos, que hasta ahora se creía que era un Iguanodon o un pariente más pequeño.
Cuando fue descubierto en los años 80 en Argentina, a este hadrosaurio se le diagnosticó una fractura en un pie. Sin embargo, un nuevo análisis demuestra ahora que en realidad, este ornitópodo comúnmente conocido como dinosaurio pico de pato sufrió un tumor hace unos 70 millones de años, así como dos dolorosas fracturas en las vértebras de la cola que, a pesar de todo, no le impidieron sobrevivir un tiempo.
Los restos de Pelecanimimus polyodon, hallado en 1993 en el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca), revelan nuevos detalles sobre la evolución anatómica de estos dinosaurios emparentados con las aves modernas.
Un tiranosaurio no pesaba más que unos kilos al nacer y era del tamaño de un perro, pero de adulto superaba con creces la tonelada y los 12 metros de longitud. Esta disparidad de cuerpos entre crías y adultos y el rápido crecimiento de los juveniles de megaterópodos, los dinosaurios carnívoros que pesaban más de mil kilos, pudo influir en la estructura y la baja diversidad de las comunidades de dinosaurios en general.
La historia evolutiva de las aves se remonta a un linaje de dinosaurios carnívoros que vivió a finales del Jurásico. Un equipo internacional, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid, ha estudiado la evolución de sus dedos a partir de su origen en estos reptiles no voladores.
Estos dinosaurios presentaban un cuerno facial, visión binocular y aperturas nasales tras la eclosión del huevo. Estos rasgos se transformaban con el paso a la edad adulta, según una investigación publicada en la revista Current Biology.
Estos fósiles de dinosaurios terópodos fueron encontrados en los afloramientos del Grupo Enciso de Igea, con una datación de entre 129 y 110 millones de años.
Un equipo de paleontólogos, liderado por españoles, analiza cómo evolucionó esta icónica estructura anatómica de los ceratopsianos, el grupo que incluye al famoso Triceratops, durante los 65 millones de años de existencia de estos animales. El trabajo revela que esta morfología se volvió cada vez más variable a lo largo de su evolución.