Investigadores de varios centros españoles han estudiado y valorado la respuesta de las seis especies de pino españolas a las condiciones de cambio climático en las primeras fases de su desarrollo. Según los resultados del estudio, las especies de las zonas bajas y medias del Mediterráneo están más adaptadas a las condiciones térmicas previstas en las proyecciones de cambio climático para este siglo, que las de zonas altas de montaña.