Los terremotos de Lorca (mayo 2011) y Emilia Romagna (mayo 2012) tienen muchas similitudes. Por ello, investigadores españoles e italianos han iniciado una colaboración para estudiar estos dos ejemplos. El objetivo es catalogar los efectos geológicos y arquitectónicos de los terremotos antes de que se pierdan para siempre, así como establecer unas adecuadas normas y restauraciones en las edificaciones, para hacerlas más resistentes ante futuras catástrofes.