Si las gotas de agua helada que salen de los océanos interiores de Encélado y Europa tienen restos de material celular, se podrían identificar con los instrumentos que llevarán misiones como Europa Clipper de la NASA, que despega este otoño. Así lo revela un experimento realizado por investigadores de EE UU y Alemania.
Tras más de una década explorando Saturno, sus anillos y satélites, la sonda Cassini ha completado este viernes su misión desintegrándose en la atmósfera del gigante gaseoso. Entre los logros de esta misión de la NASA, la ESA y la agencia espacial italiana figura el lanzamiento de la sonda Huygens sobre Titán y el descubrimiento de un océano subterráneo con géiseres en otra sus lunas, Encélado.
Tras sobrevolar la luna Titán, este miércoles la nave Cassini se ha adentrado entre Saturno y sus famosos anillos. Se trata de la primera de las 22 órbitas finales que trazará la sonda alrededor del gigante gaseoso, donde desparecerá para siempre el próximo 15 de septiembre.
En las profundas fumarolas hidrotermales de la Tierra sobreviven microoganismos primitivos que generan energía transformado el hidrógeno y el CO2 en metano. Ahora la nave Cassini ha detectado estas tres sustancias en los supergéiseres que emanan de Encélado, una de las lunas de Saturno, y los científicos se preguntan si también allí estarán relacionadas con alguna forma de vida.
Fuerzas mareales para explicar los géiseres de Encélado. / NASA/JPL/Space Science Institute
Bajo la corteza helada de Encélado, uno de los satélites de Saturno, se oculta un océano con fuentes termales que calientan sus aguas, según sugieren los datos recogidos por la sonda Cassini. La información ha llegado desde el anillo E del planeta gigante, donde se acumulan partículas con silicio creadas a altas temperaturas en las profundidades marinas y emitidas al espacio desde los supergéiseres de la gélida luna.
Bajo la corteza helada del sur de Encélado, una de las lunas de Saturno, se extiende un océano de agua líquida. Así lo sugieren los gradientes gravitatorios del satélite captados por la nave Cassini, y presentados esta semana en la revista Science por investigadores de Italia y EE UU.
Los gigantescos chorros de vapor de agua y hielo que arroja la luna Encélado, especialmente en su polo sur, varían según lo hacen las fuerzas mareales que actúan al girar alrededor de Saturno. Las imágenes facilitadas por la sonda Cassini muestran que estas emisiones son cuatro veces más brillantes cuando la luna orbita más lejos de la fuerza de gravedad de Saturno.
El brillo de los chorros de vapor de agua y hielo del sur de Encélado es mayor cuando la luna está más lejos (izquierda) de Saturno. / NASA et al.
El gran Titán y el 'pequeño' Encelado con los anillos de Saturno.