Este trabajo con participación del CSIC supone un paso hacia delante en la comprensión del desarrollo de esta patología, que padecen menos de dos mil personas en el mundo. La investigación ha contado con la colaboración de más de 20 investigadores de centros y hospitales de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y España.
Varias instituciones catalanas participan en el primer estudio de asociación del genoma completo en el ictus hemorrágico, producido por una rotura de los vasos sanguíneos cerebrales. La investigación abre la puerta al desarrollo de nuevos fármacos contra la variedad intracerebral, que no dispone de ningún tratamiento efectivo.