El mismo equipo IDIBAPS descubrió las propiedades de otra molécula, CD6, para tratar el choque séptico de origen bacteriano. Junto con CD5, que se aplicaría en infecciones sistémicas fúngicas, estas dos moléculas podrían dar lugar a una nueva terapia biológica combinada para combatir el choque séptico. La posible aplicación de estas moléculas, todavía en fase experimental, ha sido patentada a través de la Fundació Clínic y el AVCRI.
Gracias a este test no invasivo es posible adelantarse al fallo renal, un problema que sufren más del 50% de los trasplantados y que antes sólo podía detectarse mediante biopsia. Lo novedoso de la técnica, desarrollada en el Hospital Clínic de Barcelona, es que se puede obtener información precisa sobre los mecanismos que inducen a la disfunción crónica del riñón. Estos datos pueden ser útiles en el tratamiento y la prevención de la pérdida del órgano una vez trasplantado.
Hasta ahora los estudios genéticos en cáncer se realizaban a partir de muestras frescas congeladas y almacenadas en bancos de tejido. Gracias a una investigación internacional co-liderada por Josep Mª Llovet, doctor del Hospital Clínic de Barcelona, es posible usar muestras históricas de tejido conservadas en parafina para predecir el riesgo de recidiva de uno de los cánceres más letales del mundo: el cáncer de hígado.
Su utilización permite hacer un diagnóstico y tratamiento precoz de alteraciones metabólicas a nivel de tejidos en pacientes graves. Gracias a su apuesta firme por esta técnica de monitorización, el centro catalán es uno de los pocos hospitales a nivel europeo que la utiliza.