Los incendios queman cada año miles de hectáreas, fragmentan ecosistemas enteros y arriesgan la vida de personas y animales. Entender la dinámica del fuego permitiría dar con una solución al alto número de siniestros. Investigadores españoles e italianos han estudiado la inflamabilidad de la vegetación y demuestran que los cipreses, capaces de tolerar grandes sequías y altas temperaturas, podrían representar una barrera eficaz contra el inicio del fuego por su baja ignición.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) proponen una metodología que, por primera vez, permite predecir a priori los riesgos de autocombustión en productos agrícolas almacenados en silos.