Optimi, la herramienta informática desarrollada por investigadores de la Universitat Jaume I de Castellón, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Valencia, es capaz de predecir si una persona con un alto nivel de estrés está en riesgo de caer en depresión a partir del estudio conjunto de una serie de variables fisiológicas y psicológicas en el que se utilizan técnicas de inteligencia artificial.
Centros de investigación de Israel, Turquía, Corea y España, como la Universidad de Valladolid, pretenden diseñar un sistema de videovigilancia en las grandes áreas metropolitanas mediante redes masivas de sensores. Las redes ayudarán a detectar las incidencias de la ciudad y se operarán de forma inteligente, es decir, sin necesidad de la monitorización constante de un operador humano.
La ingeniería está cada vez más presente en nuestra vida cotidiana. Desde la producción de alimentos hasta el funcionamiento de los electrodomésticos, pasando por la generación y distribución de la energía o los automóviles, los sistemas de ingeniería impregnan todos los ámbitos de la sociedad. En esta tendencia hacia la automatización, la detección y el diagnóstico de fallos cobra una importancia vital, teniendo en cuenta además las exigentes normativas de seguridad tanto nacionales como internacionales.
La Inteligencia Artificial es mucho más que robots con capacidad de razonamiento. Enfermedades como el Alzheimer o el glaucoma se sirven de determinadas técnicas de esta disciplina para su diagnóstico. Investigadores del grupo SIMDA de la UNED han desarrollado aplicaciones concretas en este campo y también en el de la videovigilancia.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos proponen una nueva metodología para mejorar la asignación de recursos en la lucha contra el terrorismo. Los trabajos describen cómo apoyar al armador de un barco a la hora de gestionar los riesgos dentro de un área transitada por piratas, ilustrando cómo puede usarse un modelo secuencial de defensa-ataque-defensa ante este problema de decisión.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Burgos ha comenzado el desarrollo de una nueva técnica informática que ayude en el diagnóstico de diferentes dolencias. Los científicos emplean sistemas de inteligencia artificial que, a partir de información conservada en bases de datos hospitalarias, determinan con mayor rapidez el cuadro de un paciente. Esta investigación, que se encuentra en fases preliminares, ha comenzado con el uso, de forma experimental, de árboles de decisión para detectar posibles complicaciones en una enfermedad grave denominada endocarditis.
Investigadores en Neurocomputación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han logrado aplicar con éxito los resultados de sus investigaciones en moluscos para diseñar un robot capaz de moverse según principios biológicos.
Según un equipo interdisciplinar en el que participan especialistas de la Universidad Autónoma de Madrid, la combinación de técnicas de resonancia magnética con procesos de cuantificación y análisis propios de la Inteligencia Artificial facilitará en el futuro el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer.
Un equipo de ingenieros de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH, Madrid) ha desarrollado un nuevo sistema para detectar mejor los barcos en mar revuelto, según informa este mes la revista IET Radar, Sonar & Navigation. La técnica consiste en analizar las imágenes del radar y aplicar un algoritmo basado en redes neuronales artificiales.
¿Cómo medir con un método científico la inteligencia de un ser humano, un animal, una máquina o un extraterrestre? De momento no se ha conseguido, pero un equipo de investigadores españoles y australianos ha dado un primer paso al presentar en la revista Artificial Intelligence los fundamentos en los que se debe basar este método, además de avanzar un nuevo test de inteligencia.