La localidad de Grindavik en Islandia ha sido evacuada por segunda vez debido a la expulsión de magma, que ya ha engullido varias casas. Los servicios de rescate se encuentran en la zona supervisando la situación que amenaza al área industrial de esta población.
Tras semanas de actividad sísmica y evacuada la población del entorno, esta noche se han comenzado a observar grandes fuentes de lava, que se extienden lateralmente a ambos lados de las fisuras recién abiertas en el terreno, a unos 4 kilómetros de Grindavík. De momento, la erupción está disminuyendo, según los servicios de vigilancia islandeses.
Los días previos a la erupción del popular volcán islandés se redujo la actividad sísmica y deformación del terreno circundante. Además, la composición y procedencia de la lava también cambió a lo largo del tiempo. Así lo recogen dos estudios publicados en Nature.
El análisis del genoma de 25 individuos islandeses que vivieron durante la colonización de la isla confirma que sus habitantes actuales son diferentes a los primeros pobladores, procedentes de Noruega y de las islas británicas e irlandesas. El estudio, con participación del CSIC, es imprescindible para seguir avanzando en la búsqueda de formas de diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades.
El mayor estudio del genoma completo humano de una única población –Islandia– revela el potencial que tienen estos trabajos para la comprensión de las raíces, diversidad y evolución de las enfermedades. El trabajo, dividido en varios estudios publicados por la revista Nature Genetics, aporta información sobre el ADN de más de 100.000 islandeses.
El volcán islandés Grímsvötn amenaza con causar un nuevo caos aéreo en los cielos europeos, como ya hiciera su 'compatriota' Eyjafjallajökull el año pasado. Los satélites no dejan de monitorizar la evolución de la nube de cenizas para que los centros de vigilancia puedan evaluar su impacto sobre la aviación civil.
Nube de cenizas del volcán islandés Eyjafjallajokull.
Un equipo seis científicos españoles ha viajado hasta Islandia para estudiar la erupción del volcán Eyjafjallajökull. Los datos recogidos del 1 al 8 de mayo no permiten predecir el final de la erupción, por lo que por ahora sus efectos se mantendrán a corto plazo sobre el espacio aéreo, aunque con “un impacto desigual” en el tiempo.
El volcán islandés Eyjafjallajökull sigue echando cenizas.