Un investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) exploró, durante la primera quincena de abril, los fondos del canal de Menorca a bordo del submarino alemán JAGO, en busca de los juveniles recién asentados de langosta roja. Gracias a esta tecnología se ha podido confirmar exitosamente la hipótesis de que el reclutamiento en profundidad es viable.