Paisajes de nacimiento estelar, tórridas atmósferas exoplanetarias, una estrella agonizante, interacciones galácticas y la mejor vista infrarroja del universo lejano protagonizan la primera serie de imágenes del mayor telescopio espacial de la historia.
El presidente de EE UU, Joe Biden, y la NASA han presentado la imagen infrarroja más detallada y nítida del universo lejano captada hasta la fecha, con un cúmulo de galaxias llamado SMACS 0723. Este martes se harán públicas otras imágenes a todo color obtenidas con el mayor observatorio espacial de la historia.
Un diminuto grano chocó entre el 23 y 25 de mayo contra uno de los segmentos del espejo primario del Webb, el mayor telescopio espacial de la historia. El daño infligido se ha registrado en los datos del observatorio pero, según la NASA, no se espera que este incidente afecte a sus operaciones científicas.
La NASA acaba de presentar las primeras imágenes obtenidas mediante el instrumento MIRI del telescopio espacial James Webb, y son claramente mejores que las de la misión Spitzer, que hasta ahora había facilitado las más profundas y nítidas del cosmos en longitudes de onda infrarrojas.
Los ingenieros e ingenieras de la NASA han ajustado cada segmento del espejo primario del Webb para generar, con la ayuda de la cámara NIRcam, una sola imagen de una misma estrella. Los sistemas ópticos del observatorio son tan sensibles que también han captado las galaxias y estrellas del fondo.
El telescopio espacial James Webb ha comenzado la fase de alineamiento de los segmentos que componen su espejo principal. / NASA
El mayor observatorio espacial de la historia ya está en su destino final: una órbita en torno al Sol, en línea con la Tierra, mientras gira alrededor de L2, un punto situado a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta. Una vez alineados sus espejos y calibrados sus instrumentos, este verano ofrecerá imágenes nunca vistas del universo.
El 24 de enero está previsto que el telescopio espacial James Webb realice su inserción orbital en L2, un punto situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra desde donde observará las primeras luces del universo. Pero antes de comenzar sus operaciones científicas, durante los próximos cinco meses, tendrá que completar su enfriamiento, alinear sus espejos y calibrar todos los instrumentos.
Con la apertura y acoplamiento total del espejo principal, la agencia estadounidense culminó este sábado con éxito el desdoblamiento completo de este potente y agudo observador cósmico, marcando un nuevo hito en el espacio.
Tanto la Agencia Espacial Europea como la NASA creen que, gracias a un lanzamiento al espacio perfecto, el telescopio tendrá una vida operativa superior a la que se marcó como objetivo durante la fase de diseño y construcción.