Este mes la colaboración IceCube ha anunciado el descubrimiento de una fuente de rayos cósmicos y neutrinos de alta energía en el universo, un hallazgo que los físicos llevaban décadas esperando. Bajo las aguas del Mediterráneo, los telescopios de neutrinos ANTARES y el futuro KM3NeT se suman a la búsqueda de estas esquivas partículas, que incluso podrían ayudar a resolver el misterio de la materia oscura.
Los avances del que será el mayor telescopio de neutrinos del mundo, KM3NeT, se debaten esta semana en la reunión que un centenar de expertos de todo el mundo organizan en Valencia. Los detectores del instrumento se situarán en tres zonas profundas del Mediterráneo y se basan en la experiencia de un experimento anterior, ANTARES. Ambos estudian el universo mediante neutrinos, partículas elementales que transmiten valiosa información de los confines del cosmos donde se producen.