Las transiciones que ocurren en los nanosistemas, como una reacción química o el plegado de una proteína, se ven muy afectadas por la fricción y el ruido térmico. Hace casi 80 años, el físico Hendrik Kramers predijo que estas transiciones son más frecuentes en un nivel de fricción intermedia, un efecto conocido como rotación de Kramers. Ahora científicos del ICFO y otros centros europeos han medido este efecto en una partícula atrapada con láser, confirmando por primera vez de forma experimental la predicción de Kramers.
El oligómero denominado COPV, un tipo de molécula con carbono e hidrógeno, reúne por primera vez las cualidades necesarias para fabricar de forma sostenible láseres estables, intensos y que permitan modular el color en prácticamente todo el espectro visible. El avance lo han logrado investigadores de las universidades de Málaga, Alicante y Tokio.
Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) y del Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona han desarrollado un sensor reconfigurable, fabricado a partir de grafeno, para detectar nanomoléculas como proteínas y fármacos. El dispositivo explota las propiedades ópticas y electrónicas de este material.
Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA) han desarrollado un horno con tecnología láser para la fabricación de materiales de construcción. Las empresas líderes del sector cerámico han mostrado su interés por este desarrollo, a raíz de su presentación en la pasada edición de CEVISAMA.
Cincuenta años después de la invención del láser, un equipo de científicos de la Universidad de Yale (EE UU) ha construido el primer antiláser del mundo.