Los dos gigantescos detectores del experimento LIGO, separados 3.000 km en EE UU, han detectado las pequeñísimas vibraciones generadas por ondas gravitacionales procedentes de la fusión de dos agujeros negros. ¿Pero qué son exactamente esas misteriosas ondas y en qué consiste el experimento? Aquí están las claves para entender a los protagonistas del gran descubrimiento científico del año.
El 11 de febrero los responsables del experimento LIGO, un avanzado sistema de detección de ondas gravitacionales, ofrecerán en Washington una rueda de prensa para presentar sus últimos avances. La filtración del correo de un investigador apunta a que por fin se podrían haber descubierto estas ondulaciones del espacio-tiempo, cien años después de que Einstein predijera su existencia.
Hace un siglo Einstein predijo la existencia de ondas gravitacionales, ondulaciones en el espacio-tiempo producidas por cuerpos muy masivos acelerados, como agujeros negros, supernovas y estrellas de neutrones. Los científicos llevan más de 50 años tratando de detectarlas, y ahora el observatorio LIGO de EE UU lo podría haber conseguido. Así lo sugieren los últimos tuits del físico teórico Lawrance M. Krauss, aunque los responsables del experimento insisten en que, de momento, se trata solo de un rumor.
El grupo de Relatividad y Gravitación de la Universidad de las Illes Balears es el único grupo de España que participa en el observatorio internacional Advanced-LIGO, en EE UU, con el objetivo de detectar por primera vez este fenómeno que la teoría de la relatividad general de Einstein anunció hace justo cien años.