La fijación de nitrógeno es muy sensible al estrés de diferentes tipos, tanto bióticos como abióticos, y sobre todo a la sequía, pero sus interacciones aún no se conocen con exactitud. Éstas son las conclusiones de Estíbaliz Larrainzar Rodríguez, de la Universidad Pública de Navarra, que ha analizado el proceso por el que las plantas leguminosas fijan el nitrógeno en condiciones de sequía.