Los residuos derivados del tratamiento de agua destinada al consumo humano y el compost generado con los desechos sólidos urbanos se pueden incorporar a suelos mineros para inmovilizar arsénico, plomo y otros elementos nocivos para la salud y el medio ambiente. Así lo demuestra un estudio de investigadores españoles e italianos.
Investigadoras de la Universidad del País Vasco han demostrado que solo una fracción del metal contenido en los sedimentos fluviales se incorpora al organismo. En su estudio han estimado la bioaccesibilidad de los metales detectados en el río Deba simulando in vitro las condiciones que sufriría el sedimento en el tracto digestivo de una persona.
Una nueva investigación analiza la exposición alimentaria de la población valenciana al plomo, cadmio, arsénico inorgánico y mercurio. Los resultados confirman que si bien no está expuesta a un exceso de metales, es necesario continuar vigilando los niveles en los alimentos. En España el 8% de la población adulta y el 12% de los niños españoles podrían superar la cantidad semanal tolerable de metilmercurio por consumo de pez espada y atún.
La Sierra Minera de Cartagena-La Unión (Murcia), inoperativa desde 1990, presenta niveles elevados de toxicidad fruto de los elementos potencialmente tóxicos contenidos en sus residuos. Un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid revela concentraciones de arsénico, cadmio y plomo en muestras de suelos y agua que son perjudiciales para la salud humana.
Para conocer los niveles de exposición a contaminantes ambientales de una zona, los científicos pueden analizar la concentración de metales en los órganos de los animales, que se convierten en bioindicadores del entorno. Ejemplo de ello es un nuevo estudio con zorros rojos de Galicia, que revela un nivel bajo de cadmio, plomo y cinc en el noroeste de España.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han comprobado que la aplicación del Laser Shock Processing, un tratamiento mediante ondas de choque generadas con láser, sobre la superficie de materiales metálicos mejora sus propiedades de resistencia al desgaste, la corrosión y la propagación de grietas. La técnica se ha probado con éxito en turbinas y componentes de las prótesis de cadera.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han evaluado el riesgo para el ser humano cuando se expone a metales en huertos urbanos, mediante un análisis de su bioccesibilidad o disposición para la absorción. Los resultados ayudarán a adoptar estrategias para gestionar mejor los lugares contaminados.
Investigadores de la Universidad de Cádiz han aplicado una técnica basada en la evaluación de las pérdidas de masa en muestras contaminadas para corroborar que los contaminantes metálicos han desaparecido. Este sistema permite reducir el tiempo de análisis a unas horas.
Vivir en una ciudad con mucho tráfico rodado o cerca de una siderurgia supone habitar con dos intensos focos de contaminación ambiental. Un estudio de la Universidad del País Vasco apunta que el efecto nocivo de las partículas contaminantes PM2,5 y el dióxido de nitrógeno (NO2) desaparece en bebés amamantados con leche materna en los primeros cuatro meses de vida. Según los resultados, la lactancia desempeña un papel protector ante esos dos contaminantes atmosféricos.
Expertos de la Universidad de Sevilla han conseguido por primera vez compuestos estables uniendo un tipo de moléculas orgánicas, los terfenilos, a los metales molibdeno y wolframio. Los resultados aportan datos sobre enlaces y química básica, una disciplina esencial para el desarrollo de nuevos materiales y medicamentos.