Centrándose en el pino carrasco, un equipo de ingenieros agrónomos españoles ha desarrollado una nueva herramienta que permite a los gestores predecir la producción de los bosques a partir de variables relacionadas con el clima, los suelos y la forma del terreno. Así, los científicos han podido comprobar que en los ecosistemas mediterráneos el principal limitante para el crecimiento vegetal es la disponibilidad hídrica,
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad de Alcalá han comprobado la eficiencia de los pinos y las encinas a la hora de absorber nitrógeno por sus hojas. Esta fertilización foliar puede complementar a la habitual de las raices, y usarse como herramienta para producir plantas en las repoblaciones forestales.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han comprobado los efectos beneficiosos de la bacteria Pseudomonas fluorescens en la colonización de la trufa negra sobre raíces de pino, abriendo así la posibilidad para utilizarla en truficultura.