¿Quién teme a la revisión por pares? Así comienza un artículo que publica esta semana la revista Science protagonizado por John Bohannon, biólogo, periodista, bailarín y científico de la Universidad de Harvard. Bohannon explica cómo un trabajo ficticio enviado a varias publicaciones de acceso abierto fue aceptado en más de 150 revistas, un tercio de ellas con sede en la India.
Para que un estudio sea reconocido por la comunidad científica tiene que aparecer en una revista de impacto. Hasta ahora las instituciones públicas financiaban investigaciones y después tenían que volver a comprar el resultado a los editores de las revistas. Para acabar con esto, investigadores, bibliotecas y responsables públicos llevan años desarrollando el movimiento 'open access'.
Lleva más de 30 años viendo cada día sobre su mesa la mejor ciencia del mundo antes de que nadie la haya publicado aún. Por las manos del director de Nature y de todo su grupo de publicaciones, Philip Campbell (1951), han pasado artículos que han hecho historia, como los de la oveja Dolly, el agujero de la capa de ozono y la transmisión del virus de la gripe aviar, que fue vetado por el Gobierno de EE UU. Ahora se enfrenta a un nuevo panorama, el de las publicaciones de acceso abierto en la Unión Europea. Campbell ha hablado con SINC del presente y futuro de Nature y la investigación de alto nivel.
Los investigadores, empresas y ciudadanos de la Unión Europea (UE) ya pueden acceder libre y gratuitamente a los documentos de investigación financiados por la UE gracias a la Infraestructura de libre acceso a la investigación en Europa (OpenAIRE), que la Comisión Europea ha puesto en marcha hoy en la Universidad de Gante (Bélgica).
Las virtudes del 'open access' para la investigación científica