El cambio climático constituye un reto al que la comunidad científica sigue añadiendo evidencias cada día más contundentes y que ningún gobierno puede ignorar. Actuar a tiempo será crucial para aprovechar las oportunidades. Así se hará más probable que las industrias del futuro se acaben desarrollando en nuestro país y que podamos alcanzar el liderazgo en algunos de los sectores clave de esta nueva revolución industrial.
Hasta hace dos siglos los océanos se estaban enfriando debido a las erupciones volcánicas, que favorecen el enfriamiento de la superficie del mar, pero este proceso se detuvo con la llegada de la Revolución Industrial. Así lo apunta un estudio internacional, con participación española, que ofrece una nueva perspectiva sobre las variaciones de temperatura superficial oceánica antes de la aparición del cambio climático influido por la actividad humana.
En un bloque de hielo a gran altitud en el glaciar Quelccaya de los Andes peruanos, ha aparecido la evidencia más temprana de contaminación atmosférica a gran escala debida a actividades humanas. Se produjo alrededor del año 1540, durante la colonización española, con el auge de la producción de plata.