Un equipo de Neiker-Tecnalia, Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, ha cuestionado que la calidad de los tomates dependa principalmente de su exposición a la luz natural, y señala que el factor más determinante es la temperatura. El estudio ha sido desarrollado por el Departamento de Producción y Protección Agrícola de este instituto, y abre grandes posibilidades para iniciar nuevas plantaciones en zonas donde la intensidad lumínica es menor debido a las condiciones climáticas.