Investigadores del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y otros centros españoles han comenzado a analizar una pequeña fracción del material que recogió la nave japonesa Hayabusa 2 en este asteroide. El objetivo es rastrear cómo se sintetizaron las moléculas que dieron lugar al origen de la vida.
Una pequeña porción de los más de 5 gramos de material que recogió la sonda japonesa Hayabusa 2 en este asteroide llegará en los próximos días al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), cerca de Madrid. Su análisis ayudará a entender la química prebiótica en el sistema solar primitivo, mediante técnicas que también se usarán en próximas misiones a Marte.
Investigadores japoneses han encontrado uracilo, un componente esencial del ARN, en las muestras que la sonda Hayabusa2 tomó de un asteroide y trajo a la Tierra. El hallazgo sugiere que nucleobases como esta tienen un origen extraterrestre y pudieron llegar a nuestro planeta a bordo de meteoritos ricos en carbono.
Investigadores japoneses han analizado las muestras del asteroide Ryugu que trajo la nave Hayabusa2 a la Tierra. Los resultados revelan que las composiciones de gases nobles y nitrógeno son similares a las de algunos de los meteoritos más primitivos que se conocen, además de indicar que este objeto migró desde el cinturón de asteroides hasta su órbita actual más cercana a la Tierra. Aunque antes pudo originarse más allá de las órbitas de Júpiter y Saturno, según sus isótopos de hierro.
Hace un año la sonda japonesa Hayabusa2 dejó caer sobre la Tierra un contenedor con las muestras que había recogido en Ryugu. Tras su análisis, se ha constatado que este asteroide refleja muy poco la luz, es muy poroso y está constituido por una ‘arcilla’ hidratada con elementos orgánicos incrustados, entre otros componentes.
Las naves de la misión japonesa Hayabusa2 y OSIRIS-REx de la NASA han encontrado fragmentos exógenos dispersos por las superficies de los asteroides Ryugu y Bennu, de los que, respectivamente, van a traer algunas muestras a la Tierra. En el caso de Bennu, esas rocas externas proceden del asteroide Vesta.
En febrero de 2019 la nave japonesa Hayabusa 2 tocó un instante el asteroide Ryugu para tomar una muestra y traerla a la Tierra. Además de captar imágenes en alta resolución, la maniobra permitió estudiar de cerca su capa rojiza superficial, probablemente originada durante alguna aproximación al Sol, según un estudio publicado en Science esta semana.
Nuevas imágenes del asteroide Ryugu arrojan luz sobre su composición y origen y refuerzan la teoría de que un evento catastrófico fue el responsable de su formación. Además, muestran que en su superficie no hay partículas finas. Los datos, tomados por el módulo MASCOT el año pasado, se publican hoy en la revista Science.
Desde que en junio pasado alcanzó el asteroide Ryugu, la sonda japonesa Hayabusa 2 ha fotografiado y recogido datos sobre este objeto con forma de peonza. Las observaciones revelan que es una 'pila de escombros' de origen diverso, con minerales hidratados y rico en carbono, una información que puede ayudar a conocer mejor los ingredientes para la vida en el primitivo sistema solar.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) ha lanzado hoy la sonda Hayabusa 2 desde el centro espacial de Tanegashima, al suroeste del país. La nave recorrerá 300 millones de kilómetros para posarse en un asteroide llamado 1999 JU3, recoger muestras y traerlas de vuelta a la Tierra en 2020. Los resultados ofrecerán nuevos datos sobre el origen del sistema solar y la vida en la Tierra.