Un grupo internacional de investigadores ha conseguido que las zonas activas del cerebro obtengan selectivamente de la sangre una proteína que controla el crecimiento, la supervivencia y la excitabilidad de las neuronas. El hallazgo, publicado en el último número de la revista Neuron, puede servir para desarrollar nuevas terapias de rehabilitación de áreas cerebrales dañadas.
Los científicos han hallado el mecanismo gracias al cual las zonas activas del cerebro obtengan selectivamente de la sangre una proteína que controla el crecimiento, la supervivencia y la excitabilidad de las neuronas.
Un equipo internacional de investigadores ha secuenciado el genoma de un invitado que no suele ser bienvenido, el piojo del cuerpo humano, que se alimenta de sangre y vive en los pliegues y costuras de la ropa. El estudio aparece en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y en él ha participado un equipo del Departamento de Genética de la Universidad de Barcelona. El trabajo también recoge la secuenciación del genoma de un microbio que vive dentro del piojo del cuerpo.
Jean-Baptiste Denys realiza la primera transfusión de sangre de la historia. / Wellcome Library
Muestras de sangre.
Científicos del Colegio Baylor de Medicina (BCM) de Houston (EE UU) afirman que el sistema hematopoyético (encargado de la formación de la sangre) procede de varios subtipos de células madre. Estudios anteriores apuntaban que el origen de todos los tipos de células sanguíneas provenía de una única célula madre.
Un nuevo estudio recoge el primer uso de un método para aumentar significativamente el número de células madre/progenitoras a partir de una unidad de sangre de cordón umbilical. El trabajo, publicado hoy en la revista Nature Medicine, describe cómo este procedimiento consigue un rápido y satisfactorio implante en el tratamiento de la leucemia y otros cánceres sanguíneos.
El uso de células sanguíneas del cordón expandidas podría reducir el riesgo de muerte temprana.