Un estudio, liderado por la Universidad de Barcelona, confirma el valor científico de la afición a mantener peces de agua dulce en acuarios. Según los autores del artículo, la práctica contribuye a ampliar el conocimiento biológico sobre especies muy desconocidas por la comunidad científica; potencia la colaboración con científicos en la localización y descripción de especies nuevas para la ciencia.
Investigadores del Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla, en colaboración con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera del Toruño (Cádiz), han obtenido un producto natural elaborado con caprélidos, especies marinas diminutas, que se utilizan por primera vez como complemento alimenticio en acuicultura.