Científicos de España, EE UU y otros 12 países hacen un llamamiento en la revista Science para que comience una nueva era en la prevención de la transmisión aérea de infecciones respiratorias, como la covid-19, al igual que en los siglos XIX y XX se reguló eliminar los patógenos del agua y los alimentos. Los autores abogan por establecer medidas para la ventilación en interiores, como el flujo de aire, tasas de filtración y monitoreo.
Expertos de la Universitat Politècnica de València han creado un biosensor que permitiría cuantificar la carga viral en espacios interiores como viviendas, restaurantes, aulas, cines o medios de transporte. El prototipo desarrollado se encuentra en la fase de evaluación en hospitales.
Desde que empezó la pandemia, la comunidad científica internacional no ha parado de ofrecer pruebas de que son los espacios cerrados mal ventilados los ambientes en los que el SARS-CoV-2 se mueve con mayor facilidad. Si todo está tan claro, ¿por qué se cierran los parques?
Actividades en exteriores siempre que se pueda, ventilar abriendo las ventanas aunque los alumnos tengan que abrigarse, usar medidores de CO2 para confirmar que el aire se renueva y filtros HEPA solo en casos necesarios. Estos son los consejos para minimizar la expansión de la covid-19 en los centros educativos, también válidos para ámbitos profesionales en los que sea imposible teletrabajar.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU han introducido en su web una actualización reconociendo la posibilidad de contagio de la covid-19 por el aire a través de aerosoles en espacios cerrados. En una carta publicada anoche en la revista Science, un equipo de científicos también hacía hincapié en llevar las actividades al exterior y en mejorar la ventilación en interiores.
Los científicos tienen claro que la COVID-19 se transmite a través de las gotitas 'grandes' de saliva, pero no existe consenso sobre si los aerosoles, las diminutas partículas que emitimos al respirar y se mantienen un tiempo en el aire, también desempeñan un papel importante. Una retractación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU ha puesto de nuevo este debate sobre la mesa.
En la segunda ola de contagios ya conocemos evidencias que permiten tomar medidas adaptadas a cada contexto. Así, no tiene sentido cerrar parques ni centros culturales seguros. La mayoría de los brotes surgen en espacios cerrados donde hablamos o gritamos, como restaurantes, discotecas, lugares de culto o de trabajo. En ellos urge una buena ventilación, uso de mascarillas y distancia interpersonal más amplia.
La pandemia de COVID-19 vive un momento delicado, dado los numerosos brotes que surgen cada día. De ahí que debamos conocer todos los riesgos, incluidos el contagio y los eventos de superpropagación que pueden darse en espacios interiores. Manuel Ruiz de Adana, profesor de la Universidad de Córdoba, nos explica las claves de este tipo de transmisión.
Investigadores de Valladolid, Granada y Lille (Francia) han combinado por primera vez medidas de dos instrumentos comunes en las estaciones meteorológicas, un ceilómetro y un fotómetro solar, en un solo algoritmo para obtener perfiles de aerosoles. Estas partículas en suspensión de la atmósfera tienen implicaciones relevantes en la salud pública y el cambio climático.
Las condiciones del clima no contaminado de la época preindustrial pudieron ser más nubosas de lo que se pensaba hasta ahora, según los datos del experimento CLOUD del CERN. Los resultados revelan que los llamados vapores biogénicos emitidos por los árboles son claves en el crecimiento de las partículas (aerosoles) hacia tamaños donde pueden generar nubes.