Un proyecto europeo, con participación de la Universidad Politécnica de Madrid, ha aplicado la metodología Working with People para "repensar” la sostenibilidad, la resiliencia y el desarrollo rural en Europa. El objetivo es impulsar la innovación, el espíritu empresarial y el empleo en las zonas rurales.
Un estudio en el que participa la Universidad de Granada ha determinado que gran parte del origen genético de la población de la península ibérica se debe a la influencia de una ruta migratoria prehistóricaprocedente de la actual Turquía, que llegó hace menos de 8.000 años desde el norte del Mediterráneo.
La mezcla y la integración de cazadores-recolectores locales y los primeros agricultores neolíticos llegados desde Oriente Próximo a la península ibérica fue más rápida de lo que se pensaba. Así lo revela un estudio internacional, que ha permitido analizar la compleja interacción de linajes de ADN antiguo de diferentes orígenes hace entre 5.500 y 4.500 años a.C., y cuya intensidad se mantuvo a lo largo del Neolítico.
El mayor estudio paleogenético realizado hasta la fecha, que ha contado con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha permitido recuperar y analizar 180 genomas de Hungría, Alemania y España de hace entre 8.000 y 4.000 años. Los resultados revelan que los primeros agricultores se entrecruzaron con los cazadores locales durante miles de años y que el proceso de neolitización del continente europeo fue más complejo de lo que se pensaba hasta ahora.
Hace unos 8.000 años, las sociedades de cazadores-recolectores empezaron a asentarse gracias a la influencia de los agricultores que llegaron a Europa desde Oriente Próximo. Pero la transición no solo fue cultural. Un nuevo estudio, que ha analizado ADN antiguo, revela que entre estos dos grupos no solo hubo intercambio de conocimientos, sino también de genes.
Los primeros agricultores y ganaderos que habitaron la península ibérica durante la Edad de Cobre y la de Bronce –hace entre 3.500 y 5.500 años– no solo compartieron la misma historia migratoria que los grupos del norte y centro de Europa, sino que también son los ancestros más antiguos de los vascos actuales. Así lo revela la secuenciación del genoma de ocho individuos hallados en el yacimiento de El Portalón de la Cueva Mayor en la sierra de Atapuerca.
Los primeros agricultores que entraron en Europa hace unos 8.000 años procedentes de Oriente Próximo se expandieron por el continente siguiendo dos rutas distintas: una hacia Centroeuropa y otra hacia la península ibérica que sigue la costa mediterránea. Un equipo de científicos ha secuenciado el genoma de una mujer neolítica a partir de un diente datado en 7.400 años, y gracias a este nuevo genoma, han podido determinar que los agricultores de la ruta mediterránea y de la ruta interior son muy homogéneos y claramente derivan de una población ancestral común.
Un equipo de investigadores españoles ha secuenciado por primera vez el ADN mitocondrial de los primeros agricultores del Oriente Próximo. Los expertos han analizado muestras de tres yacimientos situados en la cuna de las primeras prácticas agrícolas del Neolítico: el valle medio del Éufrates y el oasis de Damasco, situados en el territorio actual de Siria y datados hace unos 8.000 años antes de Cristo.
La Unión Europea no puede cumplir con sus objetivos en política agrícola sin el cultivo de organismos genéticamente modificados. Así lo afirman investigadores españoles e ingleses que han estudiado las diferencias de regulación en los transgénicos producidos en la UE y los productos importados. Proponen armonizar la política agraria con “principios racionales basados en estudios científicos”.
El análisis genómico de dos individuos cazadores-recolectores que vivieron hace 7.000 años revela que los habitantes de la península ibérica no proceden genéticamente de estos grupos. El trabajo, coordinado por el español Carlos Lalueza-Fox, obtiene los primeros datos genómicos de personas que vivieron en el Mesolítico europeo.