Un nuevo estudio, publicado en la revista Molecular Neurobiology, revela como el sistema nervioso envía, de manera natural, una respuesta protectora para intentar reprimir el alzhéimer. Esta patología es la forma de demencia más común y aparece con mayor frecuencia en la población mayor de 65 años.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos han analizado nuevas herramientas psicológicas para evaluar clínicamente a los cuidadores de familiares con alzhéimer y otras demencias, con el objetivo de identificar sus principales vulnerabilidades. Sus trabajos han sido galardonados con el Premio Rafael Burgaleta, otorgado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
El bioquímico español Álvaro Inglés (Cáceres, 1984) trabaja en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria ideando nuevas armas contra el alzhéimer y el párkinson. Ha diseñado unas proteínas artificiales llamadas 'quimeras'. Su apuesta es inyectarlas en el cerebro, iluminarlas con luz y así activar la regeneración de las neuronas; ahora tiene que probarlas en ratones. El 19 de mayo recogió en Israel una de las becas de la fundación Dan David, dotada con 15.000 dólares, que se conceden a proyectos innovadores de alto riesgo.
Investigadores estadounidenses han estudiado en humanos y ratones los efectos de los antidepresivos de uso común en los péptidos del cerebro relacionados con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han conseguido por primera vez revertir la pérdida de memoria en estadios iniciales en ratones modelos de la enfermedad de Alzheimer mediante terapia génica.
Investigadores de EE UU e Italia han desarrollado un método que podría abrir una nueva vía para el diagnóstico temprano del alzhéimer. Los científicos han detectado moléculas pequeñas y mal formadas en el líquido cerebroespinal de estos pacientes que parecen ser indicadores precoces de esta enfermedad neurodegenerativa.
Un estudio publicado esta semana en la revista Nature Medicine identifica el papel de los biomarcadores sanguíneos en la detección del deterioro cognitivo. La prueba consiste en el análisis de diez lípidos en la sangre y posee un 90% de precisión.
Investigadores de la Universidad de Barcelona han analizado el papel de la reelina, una proteína esencial para la plasticidad de la corteza cerebral, en la recuperación de las capacidades cognitivas en ratones de laboratorio afectados por alzhéimer. Los resultados han sido publicados en la revista Nature Communications.
Análisis biocomputacionales desvelan la primera relación genética entre cáncer y patologías como el alzhéimer, el párkinson o la esquizofrenia. Los resultados muestran que casi un centenar de genes explicarían esta relación entre enfermedades a priori tan distintas.
En un artículo publicado en la revista Psychoneuroendocrinology, investigadores de la Universidad de Cádiz asemejan las limitaciones cognitivas de ratones afectados por diabetes mellitus tipo 2 con las que origina el alzhéimer. Los ratones que padecen diabetes sufren daños primero en la corteza y luego el hipocampo, dos regiones cerebrales relacionadas con el aprendizaje y la memoria.