La avispa de mar o medusa de caja es la criatura viva más mortífera del planeta. Cada uno de estos seres contiene suficiente veneno para matar hasta 600 personas. Ahora, científicos australianos han probado la eficacia en ratones de un antídoto que ha sido desarrollado mediante técnicas de edición genética CRISPR.
Las arañas en Australia son uno de los animales más temidos sobre todo por las llamadas arañas de tela de embudo, capaces de matar a un humano en menos de media hora. Por las características de su veneno y la secuenciación de los genomas, un equipo de científicos ha descubierto que estas arañas, protagonistas de #Cienciaalobestia, y otro linaje de estos artrópodos al oeste del país están más emparentados de lo que se pensaba. Los resultados ayudarán a desarrollar nuevos antídotos más amplios e insecticidas.
Un equipo liderado por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Juan José Calvete ha caracterizado la composición proteica del veneno de la serpiente de cascabel norteamericana Crotalus atrox, que junto a Crotalus adamanteus, es responsable de la mayoría de accidentes por envenenamiento en EEUU.